Hay días que te quiero abrazar, que te quiero tener a mi lado, que quiero estar contigo, que quiero dormir contigo, pero otros días me dan ganas de odiarme a mi misma por despreciarte, por hacertelo pasar mal, y por pensar que por mi culpa derramas un lagrima, porque no merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario