Cada segundo importa.

martes, 22 de marzo de 2011

Muerde.

Soy una vampira de sensaciones, una adicta. Te toco, te empujo y te araño, siempre pendiente de tus reacciones. La adrenalina de tu saliva me electrifica y resucita. Quiebro tus esquemas, rallo tus pensamientos con cristal cortado. Soy maquillaje corrido, corrupción y deseo. Ojalá pudiera dejar de escupirte veneno, romperte el corazón, pero cariño, soy una bomba nuclear, una maquina de tortura, un cáncer
Tú tampoco te quedas atrás, Trece. Traficas sonrisas de metacrilato, falsas como el brillo de vida en tus ojos, estas muerto, y destruyes todo lo que tocas. Eres un volcán y un tornado juntos, eres la semilla del mal plantada en un alma desgarrada. Y te gusta poder aferrarte a mi, utilizarme de saco de boxeo, tener una persona a tu lado tan loca y destrozada como tú. Somos huérfanos de ilusión y esperanza, dos psicópatas que desean vivir más que nada en el mundo y que colisionan como dos meteoros. 

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