Cada segundo importa.

jueves, 17 de marzo de 2011

Y sin darnos cuenta, escribimos con letras grandes y muy marcadas en nuestro interior un enorme: Siempre.

-Continuamos siendo imperfectos, peligrosos y terribles, y también maravillosos y fantásticos. Pero estamos aprendiendo a cambiar. No quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme.




Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.

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