Cada segundo importa.

viernes, 22 de abril de 2011

Tal vez no me quisiste.

Sinceramente, poco importa. Y lo que más me jode tal vez sea que no puedo echarte la culpa. Dicen que el orgullo me puede. Tienen razón. En el fondo sé que la culpa ha sido mía, pero nunca me oirás reconocerlo. 
También dicen que soy egocéntrica, y sí, de nuevo tienen razón. Tal vez debería haber pensado más en ti.... o menos en él.

Y es que claro, ¿qué culpa te voy a hechar? Si la única mentira que te dio tiempo a decirme fue: 
"Tranquila, que yo no muerdo". Es increible lo mucho que daría por volverte a escuchar esa frase...
¿Pero sabes? Tú tampoco has sido ejemplo perfecto de romanticismo en estado puro, no precisamente.
Y te diré algo más. A lo mejor fuiste tú quien dio el primer y el último paso. A lo mejor fui yo la que sin querer lo estropeó todo. A lo mejor. Pero no estoy dispuesta a seguir intentando arreglar algo que no tiene solución, porque está visto que ya no hay nada que hacer.
Bastante que en vez de odiarte como me gustaría, te doy las gracias día sí y día también por las mejores noches que he pasado en toda mi vida.
Creo que desde que me faltas me he vuelto una amargada. Ya no soporto esas estúpidas canciones que suenan alegres para compensar la empalagosa letra que supuestamente habla del dolor del desamor. Ya no le encuentro sentido a observar las motas de polvo que entran por la ventana y que sólo se ven dentro de un rayo de luz. Me encierro en las baladas heavys y allí puedo pasarme unas cuántas horas. Llorar ha perdido todo su sentido. Me aburren las carreras de gotas de lluvia en el cristal. Ya no como chocolate, vaya a ser que engorde. Creo que soy más feliz soñando, que viviendo mis propios sueños. Es más, ya no vivo mis sueños. Hay veces que ya ni sueño. Pero bueno... eso a ti poco te importa...
Un placer coincidir en esta vida. Que te vaya bien, supongo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario